El chico de la trompeta

El chico de la trompeta (de Dorothy Baker. Editorial Contraseña) narra, al ritmo frenético del jazz, la vida de un joven con unas extraordinarias dotes para la música. Por eso, entendí que la cubierta tenía que ser muy dinámica.
Un recurso gráfico para conseguirlo es crear diagonales.

RENUNCIA
Hay que saber renunciar a una propuesta, aunque gráficamente funcione bien, si consideramos que no hace justicia a lo que cuenta el texto.
Es el caso de ésta:
La bebida aparece en la vida del protagonista (no dormía, no comía… pero bebía mucho). La asociación trompeta/botella (forma parecida de ambas y se acercan a la boca con un gesto similar), daba mucho juego. Pero el alcohol no tiene tanto protagonismo en la novela como para centrar en eso la imagen de la cubierta.

Para las cubiertas de la editorial Contraseña siempre he apostado por una línea gráfica muy sobria, por una economía de medios.

 

El chico de la trompeta es mi sexta colaboración con la editorial Contraseña.
Hago mía una frase de este libro:
“Es una fórmula sencilla: lo haces lo mejor que puedes y cabe la posibilidad de que a alguien le guste”.