Por qué me comí a mi padre
Nueva colaboración para Contraseña.
Como dicen desde la propia editorial:
Por qué me comí a mi padre (Roy Lewis, 1913-1996) es la crónica trepidante y en algunos momentos jocosa de la lucha por la supervivencia de una horda de hombres mono y de sus esfuerzos por conseguir que mejoren sus condiciones de vida. Dirigidos con mano firme por Edward, el patriarca de la horda, obsesionado con que el hombre mono evolucione y ciegamente convencido de la capacidad intelectual de los homínidos para imponerse al resto de las especies animales, los miembros de la horda se van adaptando de buen grado a los importantes cambios que se suceden en sus vidas gracias, entre otros adelantos, al fuego, a los instrumentos de caza o a la exogamia.
Para mi, ilustrar una portada, es contestar a la pregunta que plantea el libro.
En este caso es tan evidente (¿Por qué me comí a mi padre?), que la imagen no debería dar una respuesta literal.
El fuego es una constante durante todo el libro, por lo que consideré que tenía que aparecer en la portada.
Un fuego que a la vez es corona.
Una corona de rey, dominar el fuego es sinónimo de poder. Pero también es una corona que quema, una cabeza ardiendo: “Quién juego con fuego, se quema”.
Veía que, tal vez, era demasiado sutil el juego fuego/corona, por lo que decidí añadir otros atributos de rey: cetro y capa de armiño. Toda información que ayude a la mejor comprensión de una imagen, es bienvenida.
Un fuego que a la vez es corona.
Una corona de rey, dominar el fuego es sinónimo de poder. Pero también es una corona que quema, una cabeza ardiendo: “Quién juego con fuego, se quema”.
Veía que, tal vez, era demasiado sutil el juego fuego/corona, por lo que decidí añadir otros atributos de rey: cetro y capa de armiño. Toda información que ayude a la mejor comprensión de una imagen, es bienvenida.
Un vez decidida la imagen, es importante “verla” en el espacio de la portada.